Solar Fortún.
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- NUESTRA HISTORIA
Donde inicia nuestro legado vinícola.
Solar Fortún nació en 2007 con la plantación de las primeras parras en la Cañada de Guadalupe, un enclave dentro del Valle reconocido por su microclima singular y suelos aluviales ricos en granito descompuesto. Desde el inicio, el objetivo fue claro: producir vinos de calidad premium a partir de uvas que expresaran de forma auténtica el carácter del sitio.
Los patrones, clones y cepas utilizados provienen del vivero Mercier, en el Valle de Napa, seleccionados específicamente para adaptarse a las características del subsuelo y al régimen térmico de la región. Este enfoque técnico permitió establecer bloques de Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Syrah y Mourvèdre, además de nuevas plantaciones de variedades blancas como Viognier y Marsanne.
En 2012, Santiago López se integró como enólogo, fortaleciendo la precisión en las prácticas de viticultura y vinificación. Su formación en la Universidad de California, Davis, consolidó la filosofía de manejo: mínima intervención, control riguroso de cada etapa y un énfasis particular en el desarrollo de acidez natural, frescura aromática y estructura equilibrada. Este trabajo ha sido determinante para que Solar Fortún obtenga reconocimientos en competencias nacionales e internacionales.
Evolución y desarrollo de la bodega
Tras varios años de consolidación en campo, Solar Fortún inauguró su bodega en 2020, ubicada frente al mar en El Sauzal. Esta localización estratégica no solo facilita operaciones logísticas: también aprovecha los vientos fríos del Pacífico para mantener temperaturas estables en las áreas de fermentación y barrica, optimizando el manejo térmico sin depender exclusivamente de sistemas mecánicos.
La vinificación integra prácticas modernas y tradicionales: fermentaciones controladas, selección manual de racimos, manejo cuidadoso de barricas y análisis constantes para garantizar precisión en cada lote. El resultado es una línea de vinos consistente, equilibrada y técnicamente sólida.
El viñedo como origen del perfil sensorial
Altitud de 400 msnm, que modera las temperaturas y favorece ciclos de maduración más lentos.
Constantes corrientes de viento, que regulan el estrés hídrico y reducen riesgos sanitarios.
Suelos arenosos aluviales, con excelente drenaje y composición mineral diversa que aporta complejidad.
Agua de baja salinidad, esencial para mantener equilibrio nutricional en la planta.
Fundador
Alberto es el origen de Solar Fortun. Inició la plantación del viñedo en 2007 y sentó las bases de la filosofía que guía a la vinícola: trabajo meticuloso, respeto por la tierra y búsqueda constante de calidad. Su visión marcó el camino que hoy continúa su familia.
Enólogo
Santiago se integró al proyecto en 2012 después de formarse en Vitivinicultura en UC Davis. Desde entonces dirige la elaboración de los vinos con un enfoque técnico y sensible, cuidando cada etapa del proceso para expresar el carácter del viñedo y del microclima de la cañada.
Gerente Administrativo
Javier coordina la operación administrativa de Solar Fortun. Su labor asegura que cada proceso —desde el viñedo hasta la bodega y los restaurantes— funcione con orden, atención al detalle y un fuerte compromiso con la calidad.
Chef de Dulce Vida
Dulce es la mente detrás de la propuesta culinaria del restaurante Dulce Vida. Su cocina campestre y de temporada está diseñada para acompañar y realzar los vinos de la casa, creando una experiencia cálida y auténtica entre viñedos.